03 marzo 2013

Testimonios: M. María del Mar y M. Eugenia

   
M. Mª del Mar Martínez López
Presidenta de la Congregación
de Castilla y Abadesa de las
Huelgas de Valladolid 

Querida M. Abadesa y Comunidad:
Después de leer la síntesis biográfica de M. María Evangelista, no puedo por menos de felicitarlas por intentar abrir  el proceso de beatificación de tan santa mujer.

Me ha llamado la atención su gran fe en la providencia de Dios dejándose guiar por su voluntad, pero al mismo tiempo su audacia humana para defender sus derechos, diríamos hoy  “humanos”.

Las animo a seguir con esta empresa y aprendamos todas de ella los valores de la fe, esperanza y caridad y al mismo tiempo la fortaleza para superar las contrariedades de la vida que nunca faltan.

El ejemplo de esta gran mujer vale para todos los tiempos “recios” y hoy también los sufrimos.
¡Enhorabuena por tener de fundadora una gran mujer y una gran santa!.
         Reciban un abrazo y el ánimo para seguir este proceso.
                                  
                                                              María del Mar Martínez


María Eugenia Pablo
Abadesa del Monasterio
 cisterciense e S. Benito
e Talavera de la Reina

           Muy querida M. Abadesa y Hermanas todas:
         Con mucha alegría hemos recibido la noticia de que se encuentra abierto el proceso de estudio sobre las virtudes y santidad de M. Mª Evangelista. Son muchos los años que llevamos viviendo la devoción a esta monja cisterciense, cercana por la proximidad geográfica de nuestros monasterios y por el ejemplo de vida que nos da como consagrada a Dios en el común carisma cisterciense.

         Desde su infancia mostró su deseo de entregarse plenamente al seguimiento de Cristo en la vida monástica. No exenta de dificultades, fue avanzando impulsada por la gracia en el camino que le llevaría a dar su vida por el Reino de Dios. Su paciencia y entereza en el sufrimiento le unen a Cristo crucificado, viviendo sin anteponer nada a su Voluntad, que buscará cumplir fielmente en todos los instantes de su vida.

         Adornada de virtudes naturales y sobrenaturales, vive sencillamente en la vida ordinaria del monasterio, primero como hermana lega, hasta llegar a cumplir su vocación como hermana de coro.

         La devoción a M. María Evangelista se ha hecho concreta en la vida de muchas personas, que la ponen como intercesora ante Dios pidiéndole por sus intenciones y necesidades, especialmente en casos de enfermedad, como podemos testimoniar de familiares de Hermanas de nuestra Comunidad.

          Quiera que podamos ver proclamada oficialmente su santidad, como testimonio de una vida entregada al cumplimiento de la voluntad de Dios, siendo fiel a la vocación recibida y viviendo con paz las contrariedades propias de la existencia humana. Es y será una luz resplandeciente de que el seguimiento de Jesucristo es el verdadero camino de felicidad aquí en este mundo y después en el Cielo.
Contad con nuestras oraciones por esta intención.
Un abrazo de todas vuestras Hermanas de Talavera de la Reina.

María Eugenia Pablo


2 comentarios:

  1. En estos momentos de decisiones fundamentales bien vale la pena seguir sus enseñanzas. amen

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  2. Lo mismo digo hermana. Que Nuestro Señor ilumine con el Espíritu Santo a los Cardenales. Amén

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