01 febrero 2019

DIARIO DE ORACIÓN: Nº 7-M.CT.

        
        
 Un día, estando en oración, tenía un bullicio grande de pensamientos y, por otra parte, sentía una paz que no sabía de dónde me venía: Dijo entonces nuestro Señor: Mira, esa es la imaginación que no eres tú bastante para atarla si yo no la sosiego, pero por dentro goza de paz tu alma porque la tengo yo protegida. El bullicio y la paz de daban y yo las percibía claramente. El Señor añadió: Tu naturaleza muchas veces está como dormida respecto del alma, al modo que yo, aunque el cuerpo dormía, tenía el alma en vela y gozando de la vista de Dios y despierta la parte inferior –que Yo tenía sin corrupción, rendida toda a la razón– la ponía en la obra de mi Padre, que es la cruz, estándose la superior en paz y gozando de luz. Y en esto me siguió también mi Madre, ayudándome a la obra de la redención, y así lo harán todos los que obraren como ella; y tú también, si lo haces así. Yo dije: Señor, yo no entiendo eso. ¿Todos somos redimidos por Vos? Dijo el Señor: Así es, pero mira todos los que, contemplándome a mí y a mis obras, conquistan algún alma, también, me ayudan a coger el fruto de la redención por medio de la cruz y por obrar en ellos el Espíritu Santo; y así, Yo soy el principal que lo hago por medio de ellos, que son mis miembros.
M. María Evangelista 
Misericordias de Dios continuadas Nº 7


No hay comentarios:

Publicar un comentario