Madrid, 3 de noviembre de 2012
Mons. Juan Ruiz Fuentes |
Reverenda Madre:
Enterado
de la próxima Apertura del Proceso de Beatificación-Canonización, en su fase
diocesana, de M. Mª de San Juan
Evangelista Quintero, fundadora y primera Abadesa del Monasterio de la
Santa Cruz de Casarrubios del Monte
(Toledo), deseo expresarle mi más sentida felicitación junto con mis mejores
votos de que llegue felizmente a su fin con la seguridad de que la figura de M.
Evangelista contribuye, con su ejemplo y doctrina mística, al bien de la Iglesia.
Particularmente
M. Evangelista fue favorecida con el don de la sabiduría interior y,
correspondiendo con una vida ejemplar al Señor, cobró la fama de santidad en la
que se tiene su figura, ininterrumpidamente, hasta hoy. Evidentemente que
pertenece a un siglo, el de Oro, donde no es infrecuente el don de muchas
mujeres tocadas por el Espíritu, pero ella, con su peculiar personalidad,
correspondió al Señor y puede ofrecer ayuda a cuantos caminan hacia Dios. En
cuanto a su persona, pongo la atención de cuantos se encarguen de estudiarla,
que es necesario entender cuanto pertenece a su época, lo cual, estoy seguro,
no es determinante para impedir resaltar un mensaje que siempre es nuevo: el
amor que Cristo nos tiene y el deber de corresponderle con una vida totalmente
coherente. En este sentido, ¿es casual su devoción por el Apóstol Amado?
Con
estos deseos, le aseguro, Reverenda Madre, la seguridad de mis oraciones por el
desarrollo y el feliz término de esta Causa, también para bien de la muy
querida Orden Cisterciense.